Noticias Región del Maule: Aplicar bloqueador cada dos o tres horas, hidratarse y ser responsable con el cuidado de la piel son parte de las recomendaciones que entregó la académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, Ingrid Fuentes Valdés.
Con la llegada de marzo, la mayoría de las personas retoman sus funciones normales y los paisajes de playa y disfrute al aire libre quedan como un lindo recuerdo, pero independiente de este cambio de labores, los profesionales de la salud llaman a mantener los cuidados de la piel para evitar los negativos efectos de la radiación solar durante todo el año y no solo durante el verano.
Entre los efectos más comunes se encuentra la insolación, el enrojecimiento de la piel, la aparición de manchas, el envejecimiento prematuro, incluso, puede provocar que las pieles sean más susceptibles a desarrollar cáncer de piel.
Según información de la Sociedad Chilena de Dermatología, anualmente, en Chile mueren 237 personas por cáncer a la piel. Hay estudios que indican que 10 de cada 100 mil chilenos sufre esta patología, la que según expertos va en un aumento de forma imparable.
La académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule, Ingrid Fuentes Valdés, explicó que durante el período 2010-2015 se registró un aumento del 20% de casos de cáncer de piel en nuestro país. Los más afectados fueron personas adultas y adultas mayores, concentrándose la mayoría de los casos en la Región de Antofagasta.
Cómo prevenir
Es por ello, que la académica UCM, Ingrid Fuentes, entregó recomendaciones para protegernos del sol y prevenir los efectos negativos que puede dejar en la piel. Según explicó, los productos para la protección de la piel, ayudan a filtrar, dispersar o reflejar las radiaciones del sol y su efecto sobre la piel. “El uso de un buen bloqueador corresponde no solo al acto de colocar sobre la piel un producto que proteja de los rayos UVA y UVB, sino además de autocuidarse, no exponerse al sol en las horas de mayor temperatura y mantener un adecuado consumo de agua”, detalló Ingrid Fuentes.
La docente sugirió que la elección de los productos que protegen la piel de la radiación solar, contengan altos nivel de Factor de Protección Solar (FPS) “De preferencia debe ser un valor de 50 con amplio espectro, entendiendo que el número se asocia a la capacidad del producto de proteger en este caso a la mitad del daño directo del sol sobre la piel. Aquellos más estables son las combinaciones de filtros químicos como los salicilatos, cinamatos, benzofenonas y avobenzona, con filtros físicos como zinc o titanio”, puntualizó.
Según la experta es importante poner atención a la fecha de vencimiento del producto y solo usar aquellos que no tienen más de un año desde su apertura, “Los que se guarden por más tiempo no se deberán reutilizar, ya que la solución pierde sus cualidades y propiedades, se tornan inefectivos y no cumplen función alguna. Además, conllevan un alto riesgo de provocar daños a la piel como reacciones alérgicas, irritaciones, y/o probables quemaduras químicas. Como recomendación, siempre deben seleccionar aquellos productos que sean resistentes al agua, que posean atributos cosméticos que garanticen su uso, hipoalergénicos, sin aditivos como perfumes y/o colorantes”, puntualizó la docente UCM.
Cuidados
La aplicación de los protectores solares, debe ser cada dos o tres horas, para asegurar el cuidado de la piel, “Se recomienda la aplicación del producto entre 20 a 30 minutos antes de la exposición al sol, en la medida que se exponga al roce y arrastre del agua ya sea de mar, piscinas o ríos, por la acción del agua y el movimiento de las partículas sobre la piel, se debilita la capa del bloqueador solar y disminuye el espesor de la película protectora que ofrece el producto, por lo que se recomienda, aumentar las aplicaciones y hacerlo cada una hora”, mencionó.
El no uso de un bloqueador solar o productos que aseguren una protección eficaz, conlleva al riesgo de presentar problemas de quemaduras por radiación solar en la piel, que pueden abarcar desde pequeños diámetros hasta amplias extensiones en la piel.
“Los riegos son sufrir deshidratación e infección y no menos importante son lo dolorosas que resultan ser, generalmente corresponden y se ubican en las zonas del rostro, especialmente nariz, pómulos, reborde ocular y los hombros, así como también en el pecho. Si alguien decide tomar sol y recostarse para ello, las zonas afectadas serán aquellas que reciban el sol de forma directa. Una quemadura representa un proceso patológico (enfermedad), ya que la persona deberá someterse a curaciones avanzadas por parte del personal de enfermería, las que tomarán tiempo, al menos de 14 a 21 días para regenerar la piel si se trata de quemadura superficial y el dolor que será un proceso de vivencia personal, asociado al umbral de tolerancia que cada persona posea”, acotó.
Con la llegada de marzo, la mayoría de las personas retoman sus funciones normales y los paisajes de playa y disfrute al aire libre quedan como un lindo recuerdo, pero independiente de este cambio de labores, los profesionales de la salud llaman a mantener los cuidados de la piel para evitar los negativos efectos de la radiación solar durante todo el año y no solo durante el verano.
Entre los efectos más comunes se encuentra la insolación, el enrojecimiento de la piel, la aparición de manchas, el envejecimiento prematuro, incluso, puede provocar que las pieles sean más susceptibles a desarrollar cáncer de piel.
Según información de la Sociedad Chilena de Dermatología, anualmente, en Chile mueren 237 personas por cáncer a la piel. Hay estudios que indican que 10 de cada 100 mil chilenos sufre esta patología, la que según expertos va en un aumento de forma imparable.
La académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule, Ingrid Fuentes Valdés, explicó que durante el período 2010-2015 se registró un aumento del 20% de casos de cáncer de piel en nuestro país. Los más afectados fueron personas adultas y adultas mayores, concentrándose la mayoría de los casos en la Región de Antofagasta.
Cómo prevenir
Es por ello, que la académica UCM, Ingrid Fuentes, entregó recomendaciones para protegernos del sol y prevenir los efectos negativos que puede dejar en la piel. Según explicó, los productos para la protección de la piel, ayudan a filtrar, dispersar o reflejar las radiaciones del sol y su efecto sobre la piel. “El uso de un buen bloqueador corresponde no solo al acto de colocar sobre la piel un producto que proteja de los rayos UVA y UVB, sino además de autocuidarse, no exponerse al sol en las horas de mayor temperatura y mantener un adecuado consumo de agua”, detalló Ingrid Fuentes.
La docente sugirió que la elección de los productos que protegen la piel de la radiación solar, contengan altos nivel de Factor de Protección Solar (FPS) “De preferencia debe ser un valor de 50 con amplio espectro, entendiendo que el número se asocia a la capacidad del producto de proteger en este caso a la mitad del daño directo del sol sobre la piel. Aquellos más estables son las combinaciones de filtros químicos como los salicilatos, cinamatos, benzofenonas y avobenzona, con filtros físicos como zinc o titanio”, puntualizó.
Según la experta es importante poner atención a la fecha de vencimiento del producto y solo usar aquellos que no tienen más de un año desde su apertura, “Los que se guarden por más tiempo no se deberán reutilizar, ya que la solución pierde sus cualidades y propiedades, se tornan inefectivos y no cumplen función alguna. Además, conllevan un alto riesgo de provocar daños a la piel como reacciones alérgicas, irritaciones, y/o probables quemaduras químicas. Como recomendación, siempre deben seleccionar aquellos productos que sean resistentes al agua, que posean atributos cosméticos que garanticen su uso, hipoalergénicos, sin aditivos como perfumes y/o colorantes”, puntualizó la docente UCM.
Cuidados
La aplicación de los protectores solares, debe ser cada dos o tres horas, para asegurar el cuidado de la piel, “Se recomienda la aplicación del producto entre 20 a 30 minutos antes de la exposición al sol, en la medida que se exponga al roce y arrastre del agua ya sea de mar, piscinas o ríos, por la acción del agua y el movimiento de las partículas sobre la piel, se debilita la capa del bloqueador solar y disminuye el espesor de la película protectora que ofrece el producto, por lo que se recomienda, aumentar las aplicaciones y hacerlo cada una hora”, mencionó.
El no uso de un bloqueador solar o productos que aseguren una protección eficaz, conlleva al riesgo de presentar problemas de quemaduras por radiación solar en la piel, que pueden abarcar desde pequeños diámetros hasta amplias extensiones en la piel.
“Los riegos son sufrir deshidratación e infección y no menos importante son lo dolorosas que resultan ser, generalmente corresponden y se ubican en las zonas del rostro, especialmente nariz, pómulos, reborde ocular y los hombros, así como también en el pecho. Si alguien decide tomar sol y recostarse para ello, las zonas afectadas serán aquellas que reciban el sol de forma directa. Una quemadura representa un proceso patológico (enfermedad), ya que la persona deberá someterse a curaciones avanzadas por parte del personal de enfermería, las que tomarán tiempo, al menos de 14 a 21 días para regenerar la piel si se trata de quemadura superficial y el dolor que será un proceso de vivencia personal, asociado al umbral de tolerancia que cada persona posea”, acotó.
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