#MauleNews: El desarrollo económico y social de Chile está directamente relacionado con la minería, siendo ésta una de las principales actividades productivas del país. Según cifras del Consejo Minero, en el año 2017 la minería contribuyó en un 10,1% al Producto Interno Bruto (PIB) de Chile. Sin embargo, esta actividad lleva asociada un legado intrínseco: la generación de residuos mineros masivos, entre los que están los depósitos de relaves.
En este contexto y ante la presencia del ministro de Minería, Baldo Prokurica, del presidente de Fundación Chile, Alejandro Jadresic; y del presidente de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), Diego Hernández, el Programa Tranque, iniciativa público-privada liderada por Fundación Chile, lanzó la publicación “Avances y retos para la gestión de los depósitos de relaves en Chile” en la que se dan a conocer los principales hallazgos y desafíos identificados para la gestión de los depósitos de relaves en Chile y su comparación con las prácticas internacionales. De esta manera el libro permite visualizar los aspectos que se pueden abordar como oportunidades de desarrollo y mejora para la industria minera nacional.
El “Programa Tranque: Monitoreo en línea de depósitos de relaves” busca contribuir con el diseño de un nuevo estándar nacional de monitoreo de los depósitos de relaves, proponiendo variables críticas para el monitoreo del desempeño de estas instalaciones y modelos de análisis de los datos que permitan tener información oportuna y pertinente para su gestión. Se espera que el monitoreo contribuya a una gestión operativa preventiva de los depósitos, a un control remoto eficiente y a la generación de confianzas entre los diferentes actores que tendrán acceso a esta información a través de una plataforma digital. Además, se podrá mejorar la respuesta ante posibles emergencias.
Alejandro Jadresic, presidente de Fundación Chile, señaló en la oportunidad que “sin tranques no hay operación posible y en ese sentido son habilitadores de desarrollo, por lo que estamos llamados a ser referentes en el mundo en cuanto a una gestión moderna de sus depósitos, con tecnología de punta, talento de avanzada, pero sobre todo con una relación respetuosa con las comunidades”. Enfatizó, además, que se deben crear círculos virtuosos entre crecimiento económico, protección medioambiental y desarrollo social.
Por su parte, el ministro de Minería, Baldo Prokurica, subrayó la necesidad de seguir avanzando para ampliar las líneas de trabajo en la gestión de depósitos de relaves en tres focos: reprocesamiento, reconversión y reutilización. Esto enmarcado en la nueva Política Nacional de Relaves que está trabajando la cartera.
En este contexto, aseguró que “el Programa Tranque permitirá posicionar a Chile como líder en el manejo de información sobre el desempeño de estos depósitos de relaves, a través de una gestión que incorporará el monitoreo en línea y prevención de siniestros. Todo ello mediante la entrega de información oportuna a través de la creación del Observatorio Nacional de Depósitos de Relaves, administrado y operado por Sernageomin”.
Por último, Diego Hernández, presidente de SONAMI, indicó que “se deberá incentivar el uso de tecnologías que ya se están ejecutando exitosamente, como depósitos espesados y filtrados, donde la mediana minería ha sido pionera e innovadora”.
“El escenario para este tipo de proyectos es alentador, pero para que se materialice, el país debe avanzar en el desarrollo de políticas públicas destinadas a promover el crecimiento de este segmento, haciendo más eficiente la aprobación de un proyecto minero, siguiendo ejemplos como los de Canadá y Australia”, puntualizó la autoridad.
Entre ellos destacó que se debe incorporar una mirada holística y sistémica: “No nos podemos preocupar solamente de los 101 relaves activos, sino de los 740 relaves que tenemos en Chile. La Política Nacional de Relaves es un tremendo avance, dado que incorpora la preocupación por los relaves abandonados y huérfanos”. Tenemos que avanzar por esta senda, buscando soluciones propias que se ajusten a nuestras condiciones y realidades. Los modelos de países como Alemania y EE.UU, posiblemente no son efectivos para nosotros en el corto plazo, y el Ministerio de Minería ha sido valiente y proactivo en buscar y abrir nuevos caminos”.
Además enfatizó que la gestión actual de los depósitos de relaves sigue estando basada principalmente en los impactos que las distintas actividades generan sobre el medio ambiente y las personas. Sin embargo -según dijo-, se debe reforzar e interiorizar la mirada de una gestión desde el punto de vista del riesgo, incorporando acciones que movilicen un cambio cultural en la gestión de los depósitos de relaves. “Estos avances deben ir de la mano de normativas contundentes que definan claramente el concepto de riesgo aceptable y marquen las acciones que faciliten su desarrollo, a través de la cultura del riesgo” puntualizó. Esto incluye -dijo- la manera de prepararse para la emergencia. “No existe la seguridad absoluta y es mejor transparentar y prepararse. Esto es una responsabilidad compartida de las empresas, autoridades y también de la sociedad civil”.
Si bien hay avances considerables en algunos aspectos, son varias las oportunidades que apuntan a la necesidad de actualizar las distintas regulaciones, incorporando no sólo los avances en torno a la gestión, sino que respondiendo a las necesidades sitio específicas de los depósitos e inculcando la estructura de un modelo de gestión integral de los depósitos de relaves a nivel país, difundido y compartido con todos los actores interesados. Asimismo, es necesario promulgar otras normativas específicas, como por ejemplo, las relativas a los pasivos ambientales mineros o al control de las infiltraciones desde los depósitos, regulando las fuentes difusas de contaminación, como tareas históricamente pendientes en el país. De manera más específica se indican los siguientes retos:
Su visión es contribuir a la operación segura de los depósitos de relaves del país, mejorando la coordinación y las relaciones de confianza entre los diferentes actores involucrados, mediante un sistema de monitoreo de avanzada que perdure en el tiempo.
El programa cuenta con la participación de Corfo, Antofagasta Minerals, BHP, Codelco, Dictuc, Amtc, Valor Compartido, BGC Engineering , Arcadis, Contac Ingenieros e Inria Chile. Además de la valiosa participación en su ejecución del Servicio Nacional de Geología y Minería (sernageomin), la Dirección General de Aguas (DGA), la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), el Ministerio de Minería y diversas organizaciones relacionadas al sector minero, tales como Enami, Sonami, Alta ley y Cepal.
En este contexto y ante la presencia del ministro de Minería, Baldo Prokurica, del presidente de Fundación Chile, Alejandro Jadresic; y del presidente de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), Diego Hernández, el Programa Tranque, iniciativa público-privada liderada por Fundación Chile, lanzó la publicación “Avances y retos para la gestión de los depósitos de relaves en Chile” en la que se dan a conocer los principales hallazgos y desafíos identificados para la gestión de los depósitos de relaves en Chile y su comparación con las prácticas internacionales. De esta manera el libro permite visualizar los aspectos que se pueden abordar como oportunidades de desarrollo y mejora para la industria minera nacional.
El “Programa Tranque: Monitoreo en línea de depósitos de relaves” busca contribuir con el diseño de un nuevo estándar nacional de monitoreo de los depósitos de relaves, proponiendo variables críticas para el monitoreo del desempeño de estas instalaciones y modelos de análisis de los datos que permitan tener información oportuna y pertinente para su gestión. Se espera que el monitoreo contribuya a una gestión operativa preventiva de los depósitos, a un control remoto eficiente y a la generación de confianzas entre los diferentes actores que tendrán acceso a esta información a través de una plataforma digital. Además, se podrá mejorar la respuesta ante posibles emergencias.
Alejandro Jadresic, presidente de Fundación Chile, señaló en la oportunidad que “sin tranques no hay operación posible y en ese sentido son habilitadores de desarrollo, por lo que estamos llamados a ser referentes en el mundo en cuanto a una gestión moderna de sus depósitos, con tecnología de punta, talento de avanzada, pero sobre todo con una relación respetuosa con las comunidades”. Enfatizó, además, que se deben crear círculos virtuosos entre crecimiento económico, protección medioambiental y desarrollo social.
Por su parte, el ministro de Minería, Baldo Prokurica, subrayó la necesidad de seguir avanzando para ampliar las líneas de trabajo en la gestión de depósitos de relaves en tres focos: reprocesamiento, reconversión y reutilización. Esto enmarcado en la nueva Política Nacional de Relaves que está trabajando la cartera.
En este contexto, aseguró que “el Programa Tranque permitirá posicionar a Chile como líder en el manejo de información sobre el desempeño de estos depósitos de relaves, a través de una gestión que incorporará el monitoreo en línea y prevención de siniestros. Todo ello mediante la entrega de información oportuna a través de la creación del Observatorio Nacional de Depósitos de Relaves, administrado y operado por Sernageomin”.
Por último, Diego Hernández, presidente de SONAMI, indicó que “se deberá incentivar el uso de tecnologías que ya se están ejecutando exitosamente, como depósitos espesados y filtrados, donde la mediana minería ha sido pionera e innovadora”.
“El escenario para este tipo de proyectos es alentador, pero para que se materialice, el país debe avanzar en el desarrollo de políticas públicas destinadas a promover el crecimiento de este segmento, haciendo más eficiente la aprobación de un proyecto minero, siguiendo ejemplos como los de Canadá y Australia”, puntualizó la autoridad.
RETOS PARA LA GESTIÓN INTEGRAL DE LOS DEPÓSITOS DE RELAVES
Angela Oblasser, Directora Ejecutiva del Programa Tranque, destacó que existen avances importantes en cuanto a la normativa y la gestión de los depósitos de relaves en Chile, sin embargo señaló se evidencian oportunidades de mejora.Entre ellos destacó que se debe incorporar una mirada holística y sistémica: “No nos podemos preocupar solamente de los 101 relaves activos, sino de los 740 relaves que tenemos en Chile. La Política Nacional de Relaves es un tremendo avance, dado que incorpora la preocupación por los relaves abandonados y huérfanos”. Tenemos que avanzar por esta senda, buscando soluciones propias que se ajusten a nuestras condiciones y realidades. Los modelos de países como Alemania y EE.UU, posiblemente no son efectivos para nosotros en el corto plazo, y el Ministerio de Minería ha sido valiente y proactivo en buscar y abrir nuevos caminos”.
Además enfatizó que la gestión actual de los depósitos de relaves sigue estando basada principalmente en los impactos que las distintas actividades generan sobre el medio ambiente y las personas. Sin embargo -según dijo-, se debe reforzar e interiorizar la mirada de una gestión desde el punto de vista del riesgo, incorporando acciones que movilicen un cambio cultural en la gestión de los depósitos de relaves. “Estos avances deben ir de la mano de normativas contundentes que definan claramente el concepto de riesgo aceptable y marquen las acciones que faciliten su desarrollo, a través de la cultura del riesgo” puntualizó. Esto incluye -dijo- la manera de prepararse para la emergencia. “No existe la seguridad absoluta y es mejor transparentar y prepararse. Esto es una responsabilidad compartida de las empresas, autoridades y también de la sociedad civil”.
Principales retos identificados por la publicación o Desafíos identificados por la publicación
A nivel normativo:Si bien hay avances considerables en algunos aspectos, son varias las oportunidades que apuntan a la necesidad de actualizar las distintas regulaciones, incorporando no sólo los avances en torno a la gestión, sino que respondiendo a las necesidades sitio específicas de los depósitos e inculcando la estructura de un modelo de gestión integral de los depósitos de relaves a nivel país, difundido y compartido con todos los actores interesados. Asimismo, es necesario promulgar otras normativas específicas, como por ejemplo, las relativas a los pasivos ambientales mineros o al control de las infiltraciones desde los depósitos, regulando las fuentes difusas de contaminación, como tareas históricamente pendientes en el país. De manera más específica se indican los siguientes retos:
- Considerar incorporar exigencias y una definición de riesgo ambiental asociado a estabilidad química.
- Ajustar las exigencias al tamaño y tipo de depósito de relaves.
- Considerar lineamientos a nivel de gestión/gobernanza, como por ejemplo controles externos periódicos.
- Incorporar la gestión de los depósitos de relaves como parte de la gestión territorial.
- Insistir en la mejora continua en la gestión a través de la incorporación de buenas prácticas de gestión y avances tecnológicos
A nivel de la gestión:
- 1. Disponer de un estándar corporativo de gestión, mediante la definición y desarrollo de un programa de gestión de los depósitos de relaves. Este programa debe ser específico para cada instalación, y establece las estrategias de compromiso de las compañías mineras, como parte de la responsabilidad sobre sus depósitos.
- 2. Incorporar personal responsable y capacitado, como las figuras técnicas del ingeniero de registro y de la persona competente, como parte fundamental del equipo de trabajo, que coordinen y desarrollen el control de todos los aspectos desarrollados en la gestión de los depósitos, a lo largo de todo el ciclo de vida.
- 3. Incorporar la gestión del riesgo en cada una de las fases del proyecto, así como determinar los posibles modos o probabilidad de falla. Las medidas que se tomen deben estar enfocadas a reducir los riesgos asociados y en establecer planes de contingencia en caso de falla.
- 4. Incorporar programas y actividades de monitoreo en cada una de las fases del proyecto mediante inspecciones periódicas, contemplando la construcción y operación del depósito; de la estabilidad física y química del depósito y del manejo y calidad de los efluentes.
- 5. Fomentar la utilización de las mejores prácticas y tecnologías en la gestión de los depósitos de relaves, así como el desarrollo de estándares de gestión y buenas prácticas en la industria minera.
- 6. Fomentar el desarrollo de acciones de carácter preventivo mediante la implementación de buenas prácticas que busquen minimizar el riesgo hacia la salud de las personas y el medio ambiente en relación a los depósitos de relaves.
- 7. Establecer sistemas de control externos a distintos niveles, realizados por profesionales independientes adecuadamente acreditados.
- 8. Incorporar la mirada de la gestión de cuencas como una herramienta más en la gestión de los depósitos de relaves, que implique una mirada sistémica en escala y que desarrolle un trabajo colaborativo tanto del sector público como privado.
Acerca del Programa Tranque
El Programa Tecnológico de Monitoreo en línea de depósitos de relaves, Tranque, trabaja en desarrollar un sistema estandarizado de monitoreo y alerta temprana para depósitos de relaves, el que, a través de una plataforma de gestión de información, proporcione a los actores involucrados (autoridades, compañías mineras y comunidades) información de calidad, confiable y oportuna sobre el desempeño de los depósitos en ámbitos de estabilidad física y química. El propósito final es fortalecer la gestión operacional preventiva, mejorar la comunicación y la respuesta entre las partes ante situaciones de eventuales emergencias.Su visión es contribuir a la operación segura de los depósitos de relaves del país, mejorando la coordinación y las relaciones de confianza entre los diferentes actores involucrados, mediante un sistema de monitoreo de avanzada que perdure en el tiempo.
El programa cuenta con la participación de Corfo, Antofagasta Minerals, BHP, Codelco, Dictuc, Amtc, Valor Compartido, BGC Engineering , Arcadis, Contac Ingenieros e Inria Chile. Además de la valiosa participación en su ejecución del Servicio Nacional de Geología y Minería (sernageomin), la Dirección General de Aguas (DGA), la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), el Ministerio de Minería y diversas organizaciones relacionadas al sector minero, tales como Enami, Sonami, Alta ley y Cepal.
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