Noticias Región del Maule: La Docente de Enfermería de la U. Autónoma, Mg. Judith Moris, se refiere al correcto uso de las mascarillas quirúrgicas y aquellas fabricadas en el hogar.
Desde el 17 de abril que el uso de la mascarilla es obligatorio, en lugares públicos cerrados, de nuestro país. Pese a que han pasado cerca de dos meses de esta medida tomada por el Gobierno, aún existen mitos con respecto a su uso, ya sea por el tiempo o los lugares en los cuales debemos permanecer con ella puesta. Por lo mismo, la docente de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, Mg. Judith Moris, se refiere al correcto uso de este elemento fundamental durante la presencia de pandemia por COVID-19.
“La mascarilla cuando usted la utiliza por tiempos prolongados y genera una presión excesiva en las tiras o en los elásticos, puede generar lesiones por presión especialmente en la zona de la nariz e inclusive orejas. Por lo tanto, se recomienda que cada vez que usted la utilice tenga su cara limpia e hidrate su piel con cremas, con el objetivo de disminuir la humedad, la fricción y la tensión que se genera. La mascarilla que se compra en la farmacia, que es la mascarilla quirúrgica, dura aproximadamente 30 minutos. La mascarilla que realiza o confecciona en su casa, dura hasta que usted la sienta húmeda, por lo que si sale de su casa por un periodo de tiempo importante, es necesario que no se le olvide llevar mascarillas de recambio”, afirmó la docente.
Por otra parte, existen mitos con respecto a los efectos que podría producir el uso constante de la mascarilla. De hecho, hace algunas semanas empezó a circular por redes sociales información que aseguraba que su uso prolongado producía hipoxia, lo que la docente de Enfermería desmiente. “Las redes sociales, algunos medios de comunicación, han informado que la mascarilla favorece la hipoxia, es decir, favorece que en nuestro cuerpo disminuya la entrada de oxigeno. Nosotros corroboramos que esa información no es fidedigna, porque la mascarilla permite respirar, permite ventilar, no queda fija en las zonas laterales ni posteriores, por tanto, no favorece la hipoxia”, aclara Moris; además de la información entregada por la Organización Mundial de la Salud, que descarta a la hipoxia como un efecto secundario del uso prolongado de mascarillas. Es importante mencionar que esta falta de aire o hipoxia puede ser causada por la inhalación de gases tóxicos, problemas cardiacos, tabaquismo u exposición a grandes alturas.
Desde el 17 de abril que el uso de la mascarilla es obligatorio, en lugares públicos cerrados, de nuestro país. Pese a que han pasado cerca de dos meses de esta medida tomada por el Gobierno, aún existen mitos con respecto a su uso, ya sea por el tiempo o los lugares en los cuales debemos permanecer con ella puesta. Por lo mismo, la docente de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, Mg. Judith Moris, se refiere al correcto uso de este elemento fundamental durante la presencia de pandemia por COVID-19.
“La mascarilla cuando usted la utiliza por tiempos prolongados y genera una presión excesiva en las tiras o en los elásticos, puede generar lesiones por presión especialmente en la zona de la nariz e inclusive orejas. Por lo tanto, se recomienda que cada vez que usted la utilice tenga su cara limpia e hidrate su piel con cremas, con el objetivo de disminuir la humedad, la fricción y la tensión que se genera. La mascarilla que se compra en la farmacia, que es la mascarilla quirúrgica, dura aproximadamente 30 minutos. La mascarilla que realiza o confecciona en su casa, dura hasta que usted la sienta húmeda, por lo que si sale de su casa por un periodo de tiempo importante, es necesario que no se le olvide llevar mascarillas de recambio”, afirmó la docente.
Por otra parte, existen mitos con respecto a los efectos que podría producir el uso constante de la mascarilla. De hecho, hace algunas semanas empezó a circular por redes sociales información que aseguraba que su uso prolongado producía hipoxia, lo que la docente de Enfermería desmiente. “Las redes sociales, algunos medios de comunicación, han informado que la mascarilla favorece la hipoxia, es decir, favorece que en nuestro cuerpo disminuya la entrada de oxigeno. Nosotros corroboramos que esa información no es fidedigna, porque la mascarilla permite respirar, permite ventilar, no queda fija en las zonas laterales ni posteriores, por tanto, no favorece la hipoxia”, aclara Moris; además de la información entregada por la Organización Mundial de la Salud, que descarta a la hipoxia como un efecto secundario del uso prolongado de mascarillas. Es importante mencionar que esta falta de aire o hipoxia puede ser causada por la inhalación de gases tóxicos, problemas cardiacos, tabaquismo u exposición a grandes alturas.
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