Noticias Región del Maule: Su evidente molestia hicieron sentir los habitantes de Molina por la presentación de la empresa Núcleo Agricovial, en el marco de la jornada de participación ciudadana mandatada por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para definir la posible instalación de una avícola a 23,5 km de Radal Siete Tazas.
Este último organismo determinó la realización de la charla en la Escuela La Palmilla, lugar hasta el que llegó más de un centenar de molinenses que, pese al frío de la zona precordillerana, se mantuvieron firmes para conocer los detalles del proyecto que podría convertirse en el mayor desastre ambiental en la historia de la turística comuna.
Hasta el recinto arribaron profesores, vecinos del sector, autoridades como la alcaldesa Priscilla Castillo e integrantes del Concejo Municipal, miembros del Consejo Ecológico y dirigentes sociales de varias villas y poblaciones.
Tras ello, el organismo evaluador pudo realizar su charla, pese a los cuestionamientos por haber permitido el ingreso del proyecto como “declaración” y no como “estudio” de impacto ambiental. Junto con ello, se hizo ver la disyuntiva sobre si efectivamente esta instancia legal permite que la ciudadanía “participe” de la toma de decisiones.
Todo partió mal para la empresa avícola, ya que el expositor se limitó a leer las diapositivas que trajo en su presentación, desatando la molestia de los vecinos.
Pero la situación que más indignó a los presentes fue cuando comenzaron las preguntas de la ciudadanía, haciendo ver la inconsistencia de varias de las cifras que ésta presentó como respuesta al SEA. Una de ellas tiene que ver con la cantidad de guano emitido por día (183 toneladas), lo que se mantiene pese a disminuir de 11 a 7 los galpones de postura.
Otro de los puntos preocupantes es la proliferación de moscas, las que, de acuerdo a los últimos estudios, son capaces de transportar 350 tipos de bacterias patógenas distintas. De igual forma, se consultó sobre la mitigación del efecto que tendrán 31 camiones ingresando a la comuna por Lontué y pasando por Pichingal.
“Es algo que escapa a mis conocimientos. No sabría responder” fue la respuesta recurrente de Moreno, causando la desazón de los asistentes.
Por su parte, la alcaldesa Priscilla Castillo, afirmó que “todos somos testigos de que estamos hablando con alguien que no sabe del tema y que no responde como corresponde. Reitero, no les creemos nada”. Por tal motivo, se dirigió a Moreno diciendo “dígale al dueño, a su jefe, que no queremos la avícola y haremos hasta lo imposible para impedir que se instale”.
La siguiente fase del proceso contempla un breve período para que la ciudadanía haga sus descargos por escrito, los que serán enviados por el SEA para que la empresa conteste. Finalmente, el informe definitivo será entregado al Intendente del Maule con un grupo de Seremis pertinentes, quienes tienen la última palabra.
Este último organismo determinó la realización de la charla en la Escuela La Palmilla, lugar hasta el que llegó más de un centenar de molinenses que, pese al frío de la zona precordillerana, se mantuvieron firmes para conocer los detalles del proyecto que podría convertirse en el mayor desastre ambiental en la historia de la turística comuna.
Hasta el recinto arribaron profesores, vecinos del sector, autoridades como la alcaldesa Priscilla Castillo e integrantes del Concejo Municipal, miembros del Consejo Ecológico y dirigentes sociales de varias villas y poblaciones.
CAMBIO DE LUGAR
El reloj marcaba las 17:00 horas y el equipo de profesionales del SEA abría la conversación al interior de una de las aulas con capacidad para apenas 30 personas. Ante los reclamos de los participantes y de la propia jefa comunal, debieron trasladar todo hasta la cancha del recinto, donde el municipio había dispuesto de amplificación y pantalla LED para que todos los presentes pudieran escuchar lo que se hablaba.Tras ello, el organismo evaluador pudo realizar su charla, pese a los cuestionamientos por haber permitido el ingreso del proyecto como “declaración” y no como “estudio” de impacto ambiental. Junto con ello, se hizo ver la disyuntiva sobre si efectivamente esta instancia legal permite que la ciudadanía “participe” de la toma de decisiones.
EL GUANO
El momento más álgido de la jornada se vivió cuando llegaron los representantes de Agricovial, encabezados por Joaquín Moreno, gerente de producción de la firma propiedad de Germán Vial.Todo partió mal para la empresa avícola, ya que el expositor se limitó a leer las diapositivas que trajo en su presentación, desatando la molestia de los vecinos.
Pero la situación que más indignó a los presentes fue cuando comenzaron las preguntas de la ciudadanía, haciendo ver la inconsistencia de varias de las cifras que ésta presentó como respuesta al SEA. Una de ellas tiene que ver con la cantidad de guano emitido por día (183 toneladas), lo que se mantiene pese a disminuir de 11 a 7 los galpones de postura.
FALTA DE RESPUESTAS
Además, la afirmación de que ocuparán agua de tres pozos durante diez años fue refutada por Federico Orellana, integrante del Consejo Ecológico, quien les dijo que “es una mentira, porque tendrían que hacerlos de 300 metros de profundidad, así que se verán obligados a usar aguas del estero La Viña o de varios más”.Otro de los puntos preocupantes es la proliferación de moscas, las que, de acuerdo a los últimos estudios, son capaces de transportar 350 tipos de bacterias patógenas distintas. De igual forma, se consultó sobre la mitigación del efecto que tendrán 31 camiones ingresando a la comuna por Lontué y pasando por Pichingal.
“Es algo que escapa a mis conocimientos. No sabría responder” fue la respuesta recurrente de Moreno, causando la desazón de los asistentes.
CULPA DEL FRÍO
Consultado posteriormente por la falta de respuestas, Joaquín Moreno se excusó diciendo que “hacía mucho frío y las preguntas fueron muy difíciles”, agregando que “lamento que no hayamos podido mostrar los cambios al proyecto”.Por su parte, la alcaldesa Priscilla Castillo, afirmó que “todos somos testigos de que estamos hablando con alguien que no sabe del tema y que no responde como corresponde. Reitero, no les creemos nada”. Por tal motivo, se dirigió a Moreno diciendo “dígale al dueño, a su jefe, que no queremos la avícola y haremos hasta lo imposible para impedir que se instale”.
La siguiente fase del proceso contempla un breve período para que la ciudadanía haga sus descargos por escrito, los que serán enviados por el SEA para que la empresa conteste. Finalmente, el informe definitivo será entregado al Intendente del Maule con un grupo de Seremis pertinentes, quienes tienen la última palabra.
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