#MauleNews: Era la última expedición del año y quisieron despedirla con todo. Es por eso que, coronando lo que ha sido una serie de retos, el “Desafío Chiquillanes” permitió que más de 80 excursionistas conocieran parte de la zona precordillerana de Molina.
Organizada por la Corporación Municipal de Turismo, junto a su par de Deportes, la actividad contó, como ya se ha hecho tradición, con la propia alcaldesa Priscilla Castillo escalando la montaña. Sin embargo, hubo un participante que llamó la atención al asumir el reto pese a su discapacidad física.
Los primeros pasos ya daban cuenta de las maravillas naturales que esconde el Cerro Chiquillanes, llamado así por una antigua etnia precolombina que habitaba en dicho sector, siendo sus integrantes famosos por ser cazadores feroces y guerreros cuyo nombre aterraba el corazón de otros poblados. Las flechas y piedras horadadas que se han encontrado de ellos, así lo confirman.
Los árboles caducifolios como los robles adornaban el histórico sendero, en donde poco a poco fueron dando con lugares que fueron objeto obligado de fotografías. Sitios como “Los Tres Coihues”, la vertiente El Canelo y el mirador de Los Chahuales fueron algunas de las más llamativas paradas, como también el mirador natural con vista hacia el volcán Descabezado Grande.
Tras abordar la quebrada de “La Leona”, los aventureros conectaron con el “Sendero Malacara”, epílogo del trayecto de más de cinco horas de viaje, en donde los más pequeños (desde 12 años en adelante y acompañados de un adulto responsable) pudieron también apreciar insectos, arañas y aves autóctonas chilenas.
Acompañado de su hijo, Joaquín, realizó todo el recorrido y, pese a lo agotador del viaje, llegó sin problemas a la meta. “Siempre me han gustado los desafíos y, cuando supe de éste, quise poner al límite mi capacidad mental y física”, parte contando.
El profesional agrega que “no pensé que iba a ser tan difícil, pero nunca me arrepentí. Además, que el equipo se portó muy bien, comprobé que todo es posible. Llegué cansado, pero es una satisfacción personal, lejos, de las mejores que he tenido en mi vida. Es impresionante todo lo que uno aprende cuando sale de su zona de confort”.
Similar opinión tuvo Maritza Cruz, vecina de Entre Ríos también participó anteriormente en otro recorrido y “esta vez vine con mi hijo. Agradezco al municipio por esto y esperaremos el próximo”.
En tanto, el molinense Eleuterio Díaz valoró que esta iniciativa “ayuda a las personas jóvenes y a los no tan jóvenes a empezar a interiorizarse en los ejercicios. Está muy bien organizada esta experiencia”.
Por su parte, el gerente de la Corporación Municipal de Turismo, David Bugueño, explicó que “se han logrado nuestros objetivos de dar a conocer los atractivos de la comuna. Tuvimos desde niños hasta adultos mayores, haciendo de esta experiencia, algo importante”.
El directivo añadió que “el próximo desafío será en 2019 durante la primera semana de abril en El Bolsón, que es mucho más cerca de la cordillera, así que todos atentos a nuestras redes sociales para poder participar”
Organizada por la Corporación Municipal de Turismo, junto a su par de Deportes, la actividad contó, como ya se ha hecho tradición, con la propia alcaldesa Priscilla Castillo escalando la montaña. Sin embargo, hubo un participante que llamó la atención al asumir el reto pese a su discapacidad física.
SENDERO CON HISTORIA
La travesía comenzó en la madrugada del domingo, ya que los asistentes debieron salir temprano desde sus hogares para estar a tiempo en Parque Inglés, punto de partida de lo que sería un día mágico para muchos.Los primeros pasos ya daban cuenta de las maravillas naturales que esconde el Cerro Chiquillanes, llamado así por una antigua etnia precolombina que habitaba en dicho sector, siendo sus integrantes famosos por ser cazadores feroces y guerreros cuyo nombre aterraba el corazón de otros poblados. Las flechas y piedras horadadas que se han encontrado de ellos, así lo confirman.
Los árboles caducifolios como los robles adornaban el histórico sendero, en donde poco a poco fueron dando con lugares que fueron objeto obligado de fotografías. Sitios como “Los Tres Coihues”, la vertiente El Canelo y el mirador de Los Chahuales fueron algunas de las más llamativas paradas, como también el mirador natural con vista hacia el volcán Descabezado Grande.
Tras abordar la quebrada de “La Leona”, los aventureros conectaron con el “Sendero Malacara”, epílogo del trayecto de más de cinco horas de viaje, en donde los más pequeños (desde 12 años en adelante y acompañados de un adulto responsable) pudieron también apreciar insectos, arañas y aves autóctonas chilenas.
EJEMPLO DE INCLUSIÓN
Hubo un participante que se robó todos los aplausos, al demostrar su tenacidad pese a contar con una discapacidad física, como es la ausencia de una extremidad. Se trata del ex niño símbolo de la Teletón, Alejandro Rojas, quien actualmente se desempeña en la Municipalidad de Molina como Jefe de Finanzas.Acompañado de su hijo, Joaquín, realizó todo el recorrido y, pese a lo agotador del viaje, llegó sin problemas a la meta. “Siempre me han gustado los desafíos y, cuando supe de éste, quise poner al límite mi capacidad mental y física”, parte contando.
El profesional agrega que “no pensé que iba a ser tan difícil, pero nunca me arrepentí. Además, que el equipo se portó muy bien, comprobé que todo es posible. Llegué cansado, pero es una satisfacción personal, lejos, de las mejores que he tenido en mi vida. Es impresionante todo lo que uno aprende cuando sale de su zona de confort”.
CONTENTOS
Entre los excursionistas, algunos ya habían comprobado las bondades de la montaña en retos anteriores, como es el caso de Alexandra Contreras. “Éste es mi segundo desafío, antes vine al Fraile, pero ahora fue más entretenido, porque hicimos muchas paradas”, dijo.Similar opinión tuvo Maritza Cruz, vecina de Entre Ríos también participó anteriormente en otro recorrido y “esta vez vine con mi hijo. Agradezco al municipio por esto y esperaremos el próximo”.
En tanto, el molinense Eleuterio Díaz valoró que esta iniciativa “ayuda a las personas jóvenes y a los no tan jóvenes a empezar a interiorizarse en los ejercicios. Está muy bien organizada esta experiencia”.
VUELVE EL PRÓXIMO AÑO
Tras completar la ruta como una aventurera más, la alcaldesa de Molina, Priscilla Castillo, detalló que “llegamos desde temprano para subir el cerro y conocer los distintos paisajes, encontrándonos con bosques de robles, tierra húmeda y hasta un poco de lluvia. Hacemos la invitación a todos para los próximos desafíos, porque, de verdad, son espectaculares”.Por su parte, el gerente de la Corporación Municipal de Turismo, David Bugueño, explicó que “se han logrado nuestros objetivos de dar a conocer los atractivos de la comuna. Tuvimos desde niños hasta adultos mayores, haciendo de esta experiencia, algo importante”.
El directivo añadió que “el próximo desafío será en 2019 durante la primera semana de abril en El Bolsón, que es mucho más cerca de la cordillera, así que todos atentos a nuestras redes sociales para poder participar”
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