Noticias Región del Maule: La Escuela San Cristóbal de esa comuna es uno de los socios comunitarios del Programa de Formación Fundamental de la universidad maulina. En ella los estudiantes de ocho carreras efectúan una serie de proyectos de responsabilidad social que van en beneficio de la comunidad educativa.
Esta línea de formación universitaria fue reconocida hace pocas semanas con un importante premio internacional.
Talleres de robótica para estudiantes de quinto a octavo básico, apoyo en la elaboración de un plan socioemocional para la comunidad educativa, talleres de derechos y deberes ciudadanos, apoyo técnico en un plan de género y en un plan de retorno a la educación presencial, la creación del sitio web del establecimiento y el diseño arquitectónico de un espacio deportivo, son algunas de las acciones que estudiantes de la Universidad de Talca ejecutan en la Escuela San Cristóbal de Teno, como parte del módulo de responsabilidad social que deben cursar durante su formación.
El aporte de estos jóvenes va en directo beneficio de 380 niños y niñas que asisten a esta escuela pública, ubicada cerca de la Ruta 5 Sur en la comuna de Teno, y que cuenta con niveles desde kínder a octavo básico.
“Por segundo año somos socios comunitarios de la Universidad de Talca y el balance es positivo, el trabajo de los alumnos ha sido de gran ayuda para la comunidad educativa, ya que desde las distintas carreras han aportado de manera concreta al desarrollo de nuestros alumnos, incentivándolos a adquirir nuevos conocimiento, y crean proyectos que responden a necesidades que tenemos”, comentó David Valenzuela, ingeniero y encargado de enlaces de las Escuela San Cristóbal de Teno.
Robótica y energía
Durante el primer año de participación de estudiantes utalinos, en la escuela rural se realizaron varias actividades presenciales con grupos de Ingeniería Civil Mecatrónica e Ingeniería Civil Eléctrica, quienes realizaron talleres de robótica y de energías renovables respectivamente. Además, un equipo de la carrera de Ingeniería Civil Mecánica diseñó un sistema automatizado de riego para las áreas verdes del establecimiento.
“El trabajo fue muy bueno, dado que obliga al estudiante a salir del área de confort y nos introduce en un panorama más social, en donde incrementamos las habilidades blandas. En lo personal, se crea un sentido de responsabilidad y de gratitud, siempre trabajar con niños es una experiencia gratificante. Vale la pena tener un trabajo así dentro de la formación, de todas maneras”, contó Roberto Fuentes, quien junto a Víctor Parra, ambos de Ingeniería Civil Mecatrónica, dictaron los cursos de robótica.
Los niños y niñas que participaron de los talleres aprendieron diversas herramientas tecnológicas. “Cada clase veíamos un tema relacionado con la robótica y hacíamos una actividad práctica cada vez con mayor profundidad”, agregó Fuentes, quien destacó el apoyo que les brindó el colegio, facilitándoles materiales y efectuando algunas compras de herramientas e insumos para que pudieran tener lo necesario para realizar sus clases.
Espacio arquitectónico
Durante el 2020 fueron ocho equipos de estudiantes los que desarrollaron proyectos en la escuela. Ingeniería Civil Mecatrónica, Arquitectura, Ingeniería Civil en Obras Civiles, Psicología, Derecho, Medicina, Tecnología Médica e Ingeniería Civil en Bioinformática.
El grupo de Arquitectura, está conformado por Cristóbal Figueroa, César Pizarro, Carlos Zúñiga y Claudio Bazán, quienes se encuentran en la última fase para la entrega de un proyecto arquitectónico para un espacio abierto que se ubica en la Escuela.
“Nos hemos encargado de medir el espacio existente para el proyecto, cumpliendo todas las medidas sanitarias, y después de eso comenzamos a trabajar en el diseño de manera remota, con reuniones cada dos semanas con la comunidad educativa”, contó Cristóbal Figueroa, líder del equipo.
“Ha sido un trabajo conjunto, ya que queremos que toda la comunidad se sienta incorporada. Queremos generar todo el proyecto con planimetría y con sus medidas correspondientes, y adicionar a esto la generación de un presupuesto, para que la presentación a las autoridades sea más fácil y puedan concretar el proyecto”, agregó el estudiante, quien destacó que durante el trabajo han podido desarrollar sus competencias técnicas así como también aquellas blandas, como el liderazgo, trabajo en equipo y cooperación.
Proyectos en Campus Curicó
En el campus Curicó, donde se dictan siete carreras de Ingeniería Civil, este año se realizaron 66 proyectos de responsabilidad social.
La profesora Cecilia Villar, quien trabaja en el Programa de Formación Fundamental desde hace varios años, destacó el trabajo de los futuros ingenieros. “La experiencia los acerca indudablemente a la etapa profesional, pues interactúan con distintas comunidades y realidades que los lleva a realizar lecturas adecuadas de ellas para colocar a su disposición, no sólo los conocimientos técnicos disciplinares, sino también las competencias transversales o genéricas que les permiten trabajar con y para las comunidades, generando a través de un trabajo co-creado planes de acción que saldan necesidades o fortalecen oportunidades”, afirmó.
Cabe destacar que el Programa de Formación Fundamental (PFF) de la UTalca fue reconocido internacionalmente hace algunas semanas con el Premio Interamericano en Modelos Educativos Innovadores en Educación Superior (MEIN).
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