La historia de la lucha libre profesional cambia de eje esta noche. La Capital One Arena de Washington D.C. no solo alberga un evento deportivo, sino el cierre definitivo de un ciclo cultural que definió a dos décadas de entretenimiento global. John Felix Anthony Cena Jr., el hombre que transformó la WWE en un imperio multimedia, camina hacia el retiro hoy sábado 13 de diciembre de 2025. No es un adiós cualquiera; es la conclusión de una narrativa de 26 años marcada por la disciplina espartana, 17 campeonatos mundiales, un "campeonato Grand Slam" que lo conforman preseas en pareja, Intercontinental y Estados Unidos y una duda existencial que el propio protagonista ha decidido revelar minutos antes de su batalla final contra el austriaco Gunther en el 'Saturday Night’s Main Event'.
La atmósfera en Washington D.C. es irrespirable
El aire en la capital estadounidense pesa. La "Gira de Despedida" que inició en el verano de 2024 culmina hoy bajo una expectación que roza la histeria colectiva. La WWE, consciente de la magnitud del momento, diseñó el torneo 'The Last Time is Now' para encontrar al verdugo —o la última víctima— de su máximo estandarte. Walter Hahn, conocido mundialmente como Gunther, emergió de esa brutal competición tras vencer a uno de los actuales favoritos L.A. Knight en Austin el pasado 5 de diciembre.
El 'General del Ring' no busca aplausos; busca aniquilar el mito.
Sin embargo, el foco no está solo en la técnica marcial del europeo, sino en la psiquis del ídolo americano. A sus 48 años, Cena llega físicamente impecable, habiendo roto el empate histórico con Ric Flair en WrestleMania 41 y capturado el Grand Slam al ganar el Intercontinental en noviembre. Los números son fríos y contundentes, pero la humanidad del luchador se ha desbordado en sus últimas declaraciones.
La duda existencial del héroe americano
Lejos del personaje indestructible, John Cena mostró una vulnerabilidad inédita durante su reciente paso por el Pat McAfee Show. Al observar los tributos de sus colegas, el luchador confesó que una interrogante lo persigue en silencio cada vez que la adrenalina baja.
“Cuando empiezo a reflexionar sobre dos décadas y media, lo que quiero que se valide, lo que siempre me pregunto, es: ¿hice lo suficiente? ¿Llegué a la suficiente gente? ¿Usé bien la oportunidad? ¿Aproveché de verdad todos esos billetes de lotería que me disteis?”.
Esta declaración rompe la cuarta pared. El hombre que cargó la compañía sobre sus hombros tras la era 'Attitude', que sobrevivió a la hostilidad de los fanáticos puristas y que se convirtió en el mayor concededor de deseos de la fundación Make-A-Wish (más de 650), todavía cuestiona su impacto. Cena no ve su carrera como un derecho, sino como una fortuna inmerecida.
“Soy uno de los seres humanos más afortunados del planeta. Muy pocas veces la vida te da un billete de lotería; yo he recibido uno detrás de otro”, sentenció con una humildad que contrasta con la brutalidad de su oficio.
Un legado forjado en oro, sacrificio y reinvención
Analizar la carrera de Cena requiere entender su capacidad de adaptación darwiniana. Desde su debut en WWE el año 2002 ante Kurt Angle gritando "Ruthless Aggression", pasando por el 'Doctor of Thuganomics' —esa versión rapera y rebelde que lo salvó del despido y lo catapultó al estrellato—, hasta convertirse en el rostro corporativo y moral de la WWE.
Incluso su gesto más icónico, el 'You Can’t See Me', nació de la casualidad doméstica. Su hermano Sean lo retó a imitar un baile del rapero Tony Yayo, y John lo transformó en un símbolo de velocidad inalcanzable. Hoy, ese movimiento de mano frente al rostro es un lenguaje universal.
El combate de esta noche ante Gunther no es solo un choque de estilos; es la colisión entre el pasado glorioso y el futuro pragmático. Mientras Gunther representa la eficiencia técnica y la frialdad europea, Cena encarna la emoción, la narrativa y el espectáculo americano puro.
La victoria ante Cody Rhodes en WrestleMania 41 y el reciente triunfo sobre Dominik Mysterio demostraron que el OG "viejito" Cena todavía muerde. Pero el tiempo es un rival invicto.
Rumores de pasillo y la tensión del último campanazo
El periodismo de rigor exige no ignorar el ruido que emana de los vestuarios. La industria hierve con especulaciones sobre intervenciones sorpresa. Nombres como Randy Orton, Chris Jericho e incluso Edge —actualmente en la competencia— circulan en los foros especializados y redes sociales, sugiriendo que la despedida podría tener invitados no anunciados para añadir picante al desenlace. La WWE guarda silencio absoluto, aumentando la ansiedad de los millones de espectadores que sintonizarán el evento.
Coordenadas para la historia
Chile y el mundo serán testigos del fin de una era. La transmisión oficial está programada para comenzar a las 22:00 horas (hora local de Chile) y se podrá seguir gratis a través del canal oficial de YouTube de la WWE, una movida estratégica que democratiza el acceso al evento.
La cartelera incluye duelos de alto calibre como el actual campeón de WWE Cody Rhodes contra el regente de NXT Oba Femi y Bayley frente a Sol Ruca, y aunque nos hubiera encantado ver a la Campeona Mundial Femenina de WWE, la Chilena Stephanie Vaquer, nadie se engaña: todos estamos hoy para ver si John Cena logra un último milagro o si Gunther será el encargado de hacer rendir al que "nunca se rinde".
El sonido de la campana esta noche marcará el instante exacto en que John Cena dejará de ser un luchador activo para convertirse en leyenda inmortal.
“Ojalá esto signifique que hice bien las cosas con los billetes de lotería que me tocó”, dijo Cena. Pierda o Gane, la respuesta de la historia es un sí rotundo.
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