Noticias Región del Maule: En este intenso período del año, se acumulan sobre nosotros muchas presiones y expectativas personales y del entorno. A fin de año los estudiantes se preparan para rendir sus exámenes finales en el colegio o en la universidad. Hay mayores exigencias, evaluaciones, actividades y balances anuales en los trabajos. Compromisos sociales y familiares, celebraciones, regalos, etc. En estas fechas existe mucha inversión de tiempo, energía y atención de parte de nosotros. Lo cual de tan sólo pensarlo puede agobiar.
Todo esto, podría generar un fuerte cuadro de estrés, el cual, es un estado de agotamiento generalizado provocado por la exigencia de un mayor rendimiento a la demanda normal de la cotidianidad. Un exceso de estrés se asocia a diversos trastornos físicos y mentales.
Por lo anterior, algunas preguntas recurrentes en relación a este tema.
Es importante reconocer lo que nos pueda afectar en nuestra rutina y en nuestros hábitos, por ejemplo, tacos, ruidos, conflictos con familiares, cualquier estímulo que nos pueda provocar un estado de alerta, defensa o activación desagradable. Y también, podemos identificar el estrés mediante algunos indicadores como, migrañas; sensación intensa de cansancio; tensión muscular; molestias en el pecho; alteraciones estomacales: estreñimiento o diarrea; alteraciones del sueño: insomnio o somnolencia; alteraciones a la concentración, atención o memoria; irritabilidad o sensibilidad emocional.
Pero, ¿de qué manera podemos gestionar este estrés de fin de año?
Ya que sabemos que es inevitable no sentir un grado de estrés en nuestra vida, no sólo es fundamental conocer sus síntomas, sino que es muy importante empezar a construir hábitos que contribuyan a enfrentar este estrés de mejor manera. Estos son:
- Organizar mejor nuestros horarios y tiempo libre. Incluyendo descanso, comidas, traslados, compromisos sociales, laborales, actividades de todo tipo.
- Decir que no a lo que se escapa de nuestras capacidades porque no lo podemos cumplir.
- Tener una rutina de actividad física, idealmente al aire libre.
- Mantener expectativas realistas sobre nuestros objetivos y metas.
- Limitar el consumo de sustancias que nos generen ansiedad (alcohol, tabaco, cafeína, azúcares, drogas y azúcares excesivos) manteniendo en lo posible una dieta saludable y balanceada.
- Procurar tener pausas (momentos de descanso) durante nuestras labores.
- Terminar tareas y pendientes, junto con esto no asumir nuevas actividades si aún no se terminan las iniciales.
- Si sentimos que no estamos dando abasto a las demandas del entorno, consideremos pedir ayuda a un especialista de la salud.
¿Qué pasa si no me hago cargo de mi estrés y ansiedad?
Si no trato mi estrés ni mi ansiedad ambos empeoran y se cronifican en el tiempo, agudizando el malestar y alterando nuestro disfrute y calidad de vida.
¿Cómo logro un descanso adecuado?
- Dormirse y levantarse a la misma hora.
- Disminuir consumo de productos que aumentan la ansiedad: Café, energética, tabaco, gaseosas, snacks azucarados, etc.
- Disminuir tiempo frente a las pantallas.
- Resguardar y mantener nuestro lugar de descanso cómodo, ordenado y agradable para que nuestro cerebro lo asocie correctamente y podamos desconectarnos.
- Ocupar nuestro dormitorio sólo para dormir.
Karin Mansilla Kanelos, es psicóloga clínica, especialista en terapia individual y de parejas.
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