#MauleNews: La académica Dra. Sandra Castro, de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule, sede Curicó, se refirió a lo importante que son las melodías en los primeros años de vida.
La música es uno de los primeros estímulos que realmente deleitan a los niños y niñas desde muy temprana edad. Los estímulos auditivos que la música proporciona son variados, no tan solo desde el punto de vista musical, sino asociados también al lenguaje, así lo afirmó la académica Dra. Sandra Castro de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule, sede Curicó.
La docente explicó que los primeros tres años de vida son cruciales para el aprendizaje del lenguaje, cuanto más escuchen los niños y niñas, más amplio será su vocabulario en la niñez y luego en la etapa de adulto.
“De aquí radica el complemento, música-lenguaje; desde muy pequeños los niños y niñas están inmersos en un mundo lleno de estímulos musicales, algunos de ellos intencionados, como la elección de juguetes y CDs para bebés, con letras simples y rimadas. Estas acciones, vistas en su simpleza cobran importancia a mediano plazo, el o la bebé con estos estímulos va haciendo sus interconexiones neuronales poco a poco”, aseguró la académica.
Es así como la música también se considera como un elemento integrador, siendo apoyo para el desarrollo de habilidades comunicativas, generar mayores relaciones y más armoniosas en la etapa de alfabetización de los niños y niñas, la que se verá más estimulada, por ejemplo, a través de la escucha de canciones infantiles.
“También es importante la repetición que poseen estas canciones, por medio de ella se logra un mayor acercamiento a la palabra hablada, el canto se torna más lúdico, la musicalidad se torna agradable y llamativa para los pequeños”, recomendó.
“Cobra relevancia la coherencia y el tiempo en que se realice la solicitud de dichas canciones. Esto es el principio de la adquisición de vocabulario. Más adelante en niños y niñas generará un hilo conductor y secuencia de lo que se comunica, la retención de la memoria lingüística evocará lo conocido, para componer frases y oraciones, y así darse a entender”, explicó Sandra Castro.
La música con su ritmo y sus canciones infantiles prestarán colaboración en la separación de frases y oraciones y más aún, en la separación de sílabas que constituye la palabra. A identificar ideas centrales de los temas escuchados, a diferenciar sonidos iniciales y finales por medio de temas que contiene sílabas rimadas, a pronunciar de forma correcta por la naturaleza repetitiva de la letra de las canciones y a entender significados sobre todo con aquellas canciones que son acompañadas de gestos y acciones.
“Otras canciones directamente aportan a la habilidad de memorización, a la introducción de significados de palabras nuevas, ayudan a recordar el nombre de las letras y sus sonidos. Amplían las posibilidades, primeramente, de recordar y luego a comprender para adquirir el aprendizaje (no siempre repetir una secuencia como a-e-i-o-u, quiere decir que está aprendida)”, aseguró.
Finalmente, la académica destacó que “La inclusión de la música a la vida cotidiana de niños y niñas pequeños, colabora de igual manera con el ejercicio de la voz, la proyección y la respiración, y a la larga la afinación del oído, el llamado oído musical. Incluso la música y sus canciones pueden favorecer la familiarización y la iniciación del aprendizaje de otros idiomas”, dijo.
Por todo lo anterior, siempre se recomienda seleccionar el tipo de música según la edad de los niños y niñas, el objetivo o para qué escuchar y la cantidad de tiempo destinado a la escucha.
La música es uno de los primeros estímulos que realmente deleitan a los niños y niñas desde muy temprana edad. Los estímulos auditivos que la música proporciona son variados, no tan solo desde el punto de vista musical, sino asociados también al lenguaje, así lo afirmó la académica Dra. Sandra Castro de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule, sede Curicó.
La docente explicó que los primeros tres años de vida son cruciales para el aprendizaje del lenguaje, cuanto más escuchen los niños y niñas, más amplio será su vocabulario en la niñez y luego en la etapa de adulto.
“De aquí radica el complemento, música-lenguaje; desde muy pequeños los niños y niñas están inmersos en un mundo lleno de estímulos musicales, algunos de ellos intencionados, como la elección de juguetes y CDs para bebés, con letras simples y rimadas. Estas acciones, vistas en su simpleza cobran importancia a mediano plazo, el o la bebé con estos estímulos va haciendo sus interconexiones neuronales poco a poco”, aseguró la académica.
Es así como la música también se considera como un elemento integrador, siendo apoyo para el desarrollo de habilidades comunicativas, generar mayores relaciones y más armoniosas en la etapa de alfabetización de los niños y niñas, la que se verá más estimulada, por ejemplo, a través de la escucha de canciones infantiles.
“También es importante la repetición que poseen estas canciones, por medio de ella se logra un mayor acercamiento a la palabra hablada, el canto se torna más lúdico, la musicalidad se torna agradable y llamativa para los pequeños”, recomendó.
Buenos estímulos
Las canciones infantiles tienen una gran particularidad: la palabra cantada, que invita a la realización de un movimiento o una acción, esto colabora con el afianzamiento de conceptos (…las manitos ¿dónde están?).“Cobra relevancia la coherencia y el tiempo en que se realice la solicitud de dichas canciones. Esto es el principio de la adquisición de vocabulario. Más adelante en niños y niñas generará un hilo conductor y secuencia de lo que se comunica, la retención de la memoria lingüística evocará lo conocido, para componer frases y oraciones, y así darse a entender”, explicó Sandra Castro.
La música con su ritmo y sus canciones infantiles prestarán colaboración en la separación de frases y oraciones y más aún, en la separación de sílabas que constituye la palabra. A identificar ideas centrales de los temas escuchados, a diferenciar sonidos iniciales y finales por medio de temas que contiene sílabas rimadas, a pronunciar de forma correcta por la naturaleza repetitiva de la letra de las canciones y a entender significados sobre todo con aquellas canciones que son acompañadas de gestos y acciones.
“Otras canciones directamente aportan a la habilidad de memorización, a la introducción de significados de palabras nuevas, ayudan a recordar el nombre de las letras y sus sonidos. Amplían las posibilidades, primeramente, de recordar y luego a comprender para adquirir el aprendizaje (no siempre repetir una secuencia como a-e-i-o-u, quiere decir que está aprendida)”, aseguró.
Finalmente, la académica destacó que “La inclusión de la música a la vida cotidiana de niños y niñas pequeños, colabora de igual manera con el ejercicio de la voz, la proyección y la respiración, y a la larga la afinación del oído, el llamado oído musical. Incluso la música y sus canciones pueden favorecer la familiarización y la iniciación del aprendizaje de otros idiomas”, dijo.
Por todo lo anterior, siempre se recomienda seleccionar el tipo de música según la edad de los niños y niñas, el objetivo o para qué escuchar y la cantidad de tiempo destinado a la escucha.
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