#MauleNews: La prevalencia de esta enfermedad oncológica aumenta a la par del excesivo consumo de alcohol y tabaco en la población. La prevención es la mejor arma para combatir una enfermedad de silente sintomatología.
Inicia con una úlcera o herida que no cicatriza por más de dos semanas y que, además, no produce dolor. Suele aparecer en la lengua, labios o en la parte interior de la mejilla, aunque también puede presentarse en el piso de la boca y el paladar.
Estos son los síntomas más frecuentes que pueden ser una señal de alerta respecto la eventual aparición de un cáncer de la cavidad oral, los cuales pueden venir acompañados de otros, como dolor en la garganta persistente o sensación de tener algo atorado, adormecimiento de la boca o lengua, dolor de oído y mandíbula, dificultad para masticar, tragar o mover la lengua, pérdida inesperada de dientes, mal aliento crónico, pérdida de peso sin explicación, fatiga y pérdida prolongada del apetito. También pueden aparecer pequeños nódulos en el cuello y detrás de las orejas, aumento de volumen de las encías y manchas blancas.
El académico del departamento de Estomatología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca (UTALCA), Bernardo Venegas, explicó que esta enfermedad también puede manifestarse a través del seno maxilar, “que son cavidades llenas de aire localizadas en el interior del hueso maxilar (hueso que limita con la boca y donde están los dientes), que comúnmente son las causantes de la sinusitis”.
“Una característica de este tumor es que puede desarrollar metástasis, lo cual significa que puede diseminarse y desarrollar tumores secundarios en otras partes del cuerpo, como en nódulos linfáticos o pulmones”, explicó.
Agregó que como ocurre con el cáncer en otras partes del organismo, “el cáncer de cavidad oral pone en riesgo la vida del paciente, de no mediar un diagnóstico precoz y tratamiento apropiado. No obstante, es importante tener presente que existen otros tumores que son benignos, por lo que no implican riesgo para la vida del paciente”.
Este tipo de cáncer afecta principalmente a personas de sexo masculino con edad sobre los 40 años. Sin embargo, en la actualidad se observan tendencias que indican que esta enfermedad está aumentando también en personas más jóvenes y de sexo femenino. Este tipo de patología se encuentra entre las más agresivas debido a que como no se manifiesta a través de un síntoma específico y al desconocimiento que existe de la enfermedad por parte de la población, se suele diagnosticar de forma tardía, lo que puede tener consecuencias fatales.
En la Región del Maule, existen pocos estudios que den cuenta de la prevalencia de esta enfermedad. Una investigación realizada en la UTALCA describe seis casos en un registro de mil pacientes, sin embargo, es un trastorno que se encuentra en aumento en la población debido a que el país presenta uno de los más altos índices mundiales de tabaquismo y consumo de alcohol, factores de riesgo asociados a la enfermedad.
“Úlceras o aumentos de volumen anormales deberían ser evaluados por un cirujano dentista, quien decidirá una eventual derivación a un patólogo oral. Este último especialista es el que puede realizar un examen profundo de cualquier lesión sospechosa, incluyendo la realización de una biopsia si es necesario, determinando con ello la presencia o ausencia de una lesión maligna”, recomendó el profesor Venegas.
Agregó que la realización de un control odontológico de rutina cada seis meses permite un diagnóstico precoz de lesiones potencialmente malignas, lo cual constituye actualmente la mejor forma de acceder a tratamientos con mayor éxito en la sobrevida de los pacientes con esta enfermedad.
En cuanto al tratamiento, se establece cirugía, radioterapia y quimioterapia, en gran parte de los casos, la combinación de los tres métodos. Si bien el objetivo principal es la cura total de cáncer, los expertos consideran fundamental preservar nervios, órganos y tejidos para así garantizar la calidad de vida en el paciente y sus funciones cotidianas como comer o hablar.
“Algunos estudios en Chile constatan tratamientos con base a cirugía exclusiva en aproximadamente un 20% de los casos, cirugía más radioterapia en un 28%, cirugía más radioquimioterapia en un 10%, radioterapia exclusiva en un 11% y radioquimioterapia en un 19%. Cabe hacer notar que existe al menos un 10 % de los casos en que se ha determinado la realización de sólo tratamiento paliativo”, detalló Venegas.
Para el especialista este último dato es altamente preocupante. “Recordemos que Chile es un país con alto porcentaje de fumadores y está comprobado que en ellos el riesgo de desarrollar cáncer oral es mayor que en los no fumadores. Similar circunstancia ocurre con los bebedores de alcohol, aunque en menor proporción. Es necesario destacar que ambos hábitos en conjunto potencian el efecto de cada uno por separado”, indicó el profesor Venegas.
Cabe señalar que, según datos del Ministerio de Salud, el 40,6% de las personas mayores de 15 años en el país son fumadores, mientras que la OMS estima que los chilenos beben 9,6 litros de alcohol al año, una de las cifras más alta del continente y que supera con creces el consumo mundial que promedio 6,2 litros.
Sobre el riesgo que implica la exposición a la radiación ultravioleta, el investigador indicó que uno de los cánceres más frecuentes es el de labio inferior. “Se produce generalmente a partir de una lesión denominada queilitis actínica, la cual es clasificada como un desorden potencialmente maligno, cuya aparición se asocia a exposición prolongada al sol”, expresó.
Inicia con una úlcera o herida que no cicatriza por más de dos semanas y que, además, no produce dolor. Suele aparecer en la lengua, labios o en la parte interior de la mejilla, aunque también puede presentarse en el piso de la boca y el paladar.
Estos son los síntomas más frecuentes que pueden ser una señal de alerta respecto la eventual aparición de un cáncer de la cavidad oral, los cuales pueden venir acompañados de otros, como dolor en la garganta persistente o sensación de tener algo atorado, adormecimiento de la boca o lengua, dolor de oído y mandíbula, dificultad para masticar, tragar o mover la lengua, pérdida inesperada de dientes, mal aliento crónico, pérdida de peso sin explicación, fatiga y pérdida prolongada del apetito. También pueden aparecer pequeños nódulos en el cuello y detrás de las orejas, aumento de volumen de las encías y manchas blancas.
El académico del departamento de Estomatología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca (UTALCA), Bernardo Venegas, explicó que esta enfermedad también puede manifestarse a través del seno maxilar, “que son cavidades llenas de aire localizadas en el interior del hueso maxilar (hueso que limita con la boca y donde están los dientes), que comúnmente son las causantes de la sinusitis”.
QUÉ ES
El profesor Venegas definió la enfermedad como una neoplasia o tumor maligno que produce un crecimiento anormal en las células que, en el 90% de los casos, provienen de la mucosa oral, específicamente de los queratinocitos que forman parte del tejido que recubre la boca. También puede formarse en glándulas y tejido óseo.“Una característica de este tumor es que puede desarrollar metástasis, lo cual significa que puede diseminarse y desarrollar tumores secundarios en otras partes del cuerpo, como en nódulos linfáticos o pulmones”, explicó.
Agregó que como ocurre con el cáncer en otras partes del organismo, “el cáncer de cavidad oral pone en riesgo la vida del paciente, de no mediar un diagnóstico precoz y tratamiento apropiado. No obstante, es importante tener presente que existen otros tumores que son benignos, por lo que no implican riesgo para la vida del paciente”.
Este tipo de cáncer afecta principalmente a personas de sexo masculino con edad sobre los 40 años. Sin embargo, en la actualidad se observan tendencias que indican que esta enfermedad está aumentando también en personas más jóvenes y de sexo femenino. Este tipo de patología se encuentra entre las más agresivas debido a que como no se manifiesta a través de un síntoma específico y al desconocimiento que existe de la enfermedad por parte de la población, se suele diagnosticar de forma tardía, lo que puede tener consecuencias fatales.
En la Región del Maule, existen pocos estudios que den cuenta de la prevalencia de esta enfermedad. Una investigación realizada en la UTALCA describe seis casos en un registro de mil pacientes, sin embargo, es un trastorno que se encuentra en aumento en la población debido a que el país presenta uno de los más altos índices mundiales de tabaquismo y consumo de alcohol, factores de riesgo asociados a la enfermedad.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Toda persona puede realizarse un autoexamen de la boca en busca de cualquier alteración que pueda parecer sospechosa. Frente a un espejo, puede palpar su cuello para buscar algún nódulo extraño, también observar cada parte de la cavidad oral y debajo de la lengua a los fines de despistar cualquier extraña úlcera o herida que no cicatriza.“Úlceras o aumentos de volumen anormales deberían ser evaluados por un cirujano dentista, quien decidirá una eventual derivación a un patólogo oral. Este último especialista es el que puede realizar un examen profundo de cualquier lesión sospechosa, incluyendo la realización de una biopsia si es necesario, determinando con ello la presencia o ausencia de una lesión maligna”, recomendó el profesor Venegas.
Agregó que la realización de un control odontológico de rutina cada seis meses permite un diagnóstico precoz de lesiones potencialmente malignas, lo cual constituye actualmente la mejor forma de acceder a tratamientos con mayor éxito en la sobrevida de los pacientes con esta enfermedad.
En cuanto al tratamiento, se establece cirugía, radioterapia y quimioterapia, en gran parte de los casos, la combinación de los tres métodos. Si bien el objetivo principal es la cura total de cáncer, los expertos consideran fundamental preservar nervios, órganos y tejidos para así garantizar la calidad de vida en el paciente y sus funciones cotidianas como comer o hablar.
“Algunos estudios en Chile constatan tratamientos con base a cirugía exclusiva en aproximadamente un 20% de los casos, cirugía más radioterapia en un 28%, cirugía más radioquimioterapia en un 10%, radioterapia exclusiva en un 11% y radioquimioterapia en un 19%. Cabe hacer notar que existe al menos un 10 % de los casos en que se ha determinado la realización de sólo tratamiento paliativo”, detalló Venegas.
FACTORES DE RIESGO
El académico de la UTALCA señaló que los factores de riesgo más conocidos son el uso de tabaco (en cualquiera de sus formas), el alcohol, la exposición a radiación ultravioleta y virus, principalmente el papiloma (VPH). En relación al primer factor, los análisis concluyen que entre un 60 y un 70 % de las personas que desarrollan cáncer en la cavidad oral son fumadoras.Para el especialista este último dato es altamente preocupante. “Recordemos que Chile es un país con alto porcentaje de fumadores y está comprobado que en ellos el riesgo de desarrollar cáncer oral es mayor que en los no fumadores. Similar circunstancia ocurre con los bebedores de alcohol, aunque en menor proporción. Es necesario destacar que ambos hábitos en conjunto potencian el efecto de cada uno por separado”, indicó el profesor Venegas.
Cabe señalar que, según datos del Ministerio de Salud, el 40,6% de las personas mayores de 15 años en el país son fumadores, mientras que la OMS estima que los chilenos beben 9,6 litros de alcohol al año, una de las cifras más alta del continente y que supera con creces el consumo mundial que promedio 6,2 litros.
Sobre el riesgo que implica la exposición a la radiación ultravioleta, el investigador indicó que uno de los cánceres más frecuentes es el de labio inferior. “Se produce generalmente a partir de una lesión denominada queilitis actínica, la cual es clasificada como un desorden potencialmente maligno, cuya aparición se asocia a exposición prolongada al sol”, expresó.
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