Noticias Región del Maule: Estudio elaborado por el Instituto Chileno de Estudios Municipales (ICHEM) de la Universidad Autónoma de Chile ubicó a la región en el penúltimo lugar considerando las siete dimensiones de desarrollo que mide el índice. En el otro extremo, la zona destaca como segunda en el SIMCE de Lenguaje.
Con el objetivo de construir una medición periódica para conocer el nivel de desarrollo de nuestras regiones y su evolución, el Instituto Chileno de Estudios Municipales (ICHEM) de la Universidad Autónoma de Chile entregó los resultados del tercer Índice de Desarrollo Regional (IDERE) en nuestro país.
El IDERE 2019 agrupó 32 variables en siete dimensiones: Educación, Salud, Bienestar Socioeconómico, Actividad Económica, Conectividad, Seguridad y Sustentabilidad y Medioambiente.
El investigador del ICHEM y vicerrector de Vinculación con el Medio de la Universidad Autónoma de Chile, Camilo Vial, explicó que “esta es la tercera versión del IDERE, que tiene por objetivo medir los niveles de desarrollo regional desde una perspectiva multidimensional. Este instrumento permite constatar los resultados de una región con respecto a otra y, a la vez, observar sus evoluciones en el tiempo”.
En ese sentido, Vial agregó que “el aporte que otorga el IDERE es justamente poner sobre la mesa datos objetivos sobre estándares de desarrollo regional, que nos permita visibilizar los desequilibrios, medir, comparar y priorizar para que en el futuro se puedan elaborar diversas políticas públicas para promover el desarrollo de las regiones”.
La nueva versión del IDERE contiene un capítulo especial dedicado al estudio de brechas de género, elaborado por la Dra. Andrea Gartenlaub, investigadora del Centro de Estudios y Gestión Social (CEGES) de la casa de estudios en Talca. “Las cifras que entrega el IDERE 2019 reafirman algunos datos conocidos y, a la vez, nos permiten evidenciar cómo estas brechas se visibilizan cuando introducimos la variable territorial”, advierte Gartenlaub.
Entre ellos, queda en evidencia que las mujeres chilenas cuentan con más años de escolaridad en promedio que los hombres, sin embargo, la brecha salarial es alta y la participación laboral es baja en comparación con el resto de América Latina, y más aún, frente a la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
IDERE 2019 no considera la recientemente creada Región de Ñuble, dado que no está disponible la totalidad de indicadores según los criterios de selección de variables que exige la metodología seguida. Por lo tanto, la presente versión del índice sigue contemplando a la región del Biobío con su configuración territorial anterior.
IDERE 2019 es una investigación realizada con aporte de la Comisión Nacional de Investigación Científica y tecnológica (CONICYT) a través de un Proyecto FONDECYT.
RESULTADOS MAULE
Durante el período 2010-2019, la tendencia de todas las regiones ha sido la mejora de sus indicadores. No obstante, se evidencia en el estudio diferentes ritmos de desarrollo, ya que varias regiones han presentado una mejora sustancial en este período. De hecho, en comparación con la medición de 2017 (sin considerar la nueva dimensión de Sustentabilidad y Medioambiente), todas las regiones aumentaron sus IDERES globales. La Región del Maule (penúltima en el Índice) también presenta una evolución bastante favorable (36,7%).
En la dimensión Educación, el Maule se ubica en el grupo de desarrollo bajo (0,614), presentando la peor tasa de analfabetismo y los menores años de escolaridad del país, aunque destaca como segunda en el SIMCE de Lenguaje.
En Salud se presentan se presentan las menores disparidades entre las distintas regiones. Aquí, el Maule se ubica en el grupo de desarrollo medio (0,571), presentando índices medios en todas las variables de la tabla.
Respecto al Bienestar socioeconómico, las variables ingresos autónomos por hogar, pobreza e indigencia y hacinamiento presentan grandes disparidades a nivel regional, mientras que la variable calidad de la vivienda es algo menos desigual. En esta variable, la Región del Maule, ubicada en el grupo de desarrollo bajo (0,506), da cuenta de bajos niveles de ingreso autónomo familiar y gran presencia de pobreza e indigencia.
En Actividad Económica, hay un numeroso grupo de regiones ubicadas en la parte de desarrollo bajo de la tabla, donde se ubica el Maule como la región de desarrollo más bajo de toda la tabla en esta dimensión (0,499), teniendo, además, la renta por contribuyente más baja del país, y junto con Tarapacá, la menor diversificación del sector productivo.
En la dimensión Conectividad, la con mayor desigualdad entre regiones, la Región del Maule también presenta uno de los niveles más bajos de desarrollo (0,188), mostrándose especialmente débil en esta dimensión. En cuanto a conexiones a internet fijas y líneas telefónicas fijas, el Maule es la última del país.
Con relación a Seguridad, al igual que la mayoría de las regiones del sur del país, Maule se ubica en el grupo de desarrollo alto (0,759), con un índice alto en todas las variables.
Finalmente, en Sustentabilidad y Medioambiente, la Región del Maule se ubica penúltima en el índice de desarrollo (0,263) presentando una de las peores posiciones en cuanto a diferenciales de caudales de ríos.
Con el objetivo de construir una medición periódica para conocer el nivel de desarrollo de nuestras regiones y su evolución, el Instituto Chileno de Estudios Municipales (ICHEM) de la Universidad Autónoma de Chile entregó los resultados del tercer Índice de Desarrollo Regional (IDERE) en nuestro país.
El IDERE 2019 agrupó 32 variables en siete dimensiones: Educación, Salud, Bienestar Socioeconómico, Actividad Económica, Conectividad, Seguridad y Sustentabilidad y Medioambiente.
El investigador del ICHEM y vicerrector de Vinculación con el Medio de la Universidad Autónoma de Chile, Camilo Vial, explicó que “esta es la tercera versión del IDERE, que tiene por objetivo medir los niveles de desarrollo regional desde una perspectiva multidimensional. Este instrumento permite constatar los resultados de una región con respecto a otra y, a la vez, observar sus evoluciones en el tiempo”.
En ese sentido, Vial agregó que “el aporte que otorga el IDERE es justamente poner sobre la mesa datos objetivos sobre estándares de desarrollo regional, que nos permita visibilizar los desequilibrios, medir, comparar y priorizar para que en el futuro se puedan elaborar diversas políticas públicas para promover el desarrollo de las regiones”.
La nueva versión del IDERE contiene un capítulo especial dedicado al estudio de brechas de género, elaborado por la Dra. Andrea Gartenlaub, investigadora del Centro de Estudios y Gestión Social (CEGES) de la casa de estudios en Talca. “Las cifras que entrega el IDERE 2019 reafirman algunos datos conocidos y, a la vez, nos permiten evidenciar cómo estas brechas se visibilizan cuando introducimos la variable territorial”, advierte Gartenlaub.
Entre ellos, queda en evidencia que las mujeres chilenas cuentan con más años de escolaridad en promedio que los hombres, sin embargo, la brecha salarial es alta y la participación laboral es baja en comparación con el resto de América Latina, y más aún, frente a la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
IDERE 2019 no considera la recientemente creada Región de Ñuble, dado que no está disponible la totalidad de indicadores según los criterios de selección de variables que exige la metodología seguida. Por lo tanto, la presente versión del índice sigue contemplando a la región del Biobío con su configuración territorial anterior.
IDERE 2019 es una investigación realizada con aporte de la Comisión Nacional de Investigación Científica y tecnológica (CONICYT) a través de un Proyecto FONDECYT.
RESULTADOS MAULE
Durante el período 2010-2019, la tendencia de todas las regiones ha sido la mejora de sus indicadores. No obstante, se evidencia en el estudio diferentes ritmos de desarrollo, ya que varias regiones han presentado una mejora sustancial en este período. De hecho, en comparación con la medición de 2017 (sin considerar la nueva dimensión de Sustentabilidad y Medioambiente), todas las regiones aumentaron sus IDERES globales. La Región del Maule (penúltima en el Índice) también presenta una evolución bastante favorable (36,7%).
En la dimensión Educación, el Maule se ubica en el grupo de desarrollo bajo (0,614), presentando la peor tasa de analfabetismo y los menores años de escolaridad del país, aunque destaca como segunda en el SIMCE de Lenguaje.
En Salud se presentan se presentan las menores disparidades entre las distintas regiones. Aquí, el Maule se ubica en el grupo de desarrollo medio (0,571), presentando índices medios en todas las variables de la tabla.
Respecto al Bienestar socioeconómico, las variables ingresos autónomos por hogar, pobreza e indigencia y hacinamiento presentan grandes disparidades a nivel regional, mientras que la variable calidad de la vivienda es algo menos desigual. En esta variable, la Región del Maule, ubicada en el grupo de desarrollo bajo (0,506), da cuenta de bajos niveles de ingreso autónomo familiar y gran presencia de pobreza e indigencia.
En Actividad Económica, hay un numeroso grupo de regiones ubicadas en la parte de desarrollo bajo de la tabla, donde se ubica el Maule como la región de desarrollo más bajo de toda la tabla en esta dimensión (0,499), teniendo, además, la renta por contribuyente más baja del país, y junto con Tarapacá, la menor diversificación del sector productivo.
En la dimensión Conectividad, la con mayor desigualdad entre regiones, la Región del Maule también presenta uno de los niveles más bajos de desarrollo (0,188), mostrándose especialmente débil en esta dimensión. En cuanto a conexiones a internet fijas y líneas telefónicas fijas, el Maule es la última del país.
Con relación a Seguridad, al igual que la mayoría de las regiones del sur del país, Maule se ubica en el grupo de desarrollo alto (0,759), con un índice alto en todas las variables.
Finalmente, en Sustentabilidad y Medioambiente, la Región del Maule se ubica penúltima en el índice de desarrollo (0,263) presentando una de las peores posiciones en cuanto a diferenciales de caudales de ríos.
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