#MauleNews: Durante la conferencia organizada por Centro de Investigación en Trombosis (CIT) del PIEI-ES, el geriatra español Francisco García García advirtió que llevar un estilo de vida saludable desde la niñez ayudará a vivir una mejor tercera edad.
“Estamos frente a una epidemia de discapacidad que necesitamos frenar. Con el aumento de la esperanza de vida también se incrementa la prevalencia de discapacidad, es necesario cambiar los programas de salud para enfocarlos en la prevención de la fragilidad, y con ello también estamos atacando directamente la discapacidad. No podemos esperar intervenir cuando la persona ya tenga 80 o 90 años” aseguró el doctor Francisco García García de la División de Medicina Geriátrica del Hospital Virgen del Valle de Toledo, España.
El también profesor español participó en la conferencia “Un camino para garantizar el sistema de bienestar con miras al envejecimiento saludable” organizado por el Centro de Investigación en Trombosis (CIT) del Programa de Investigación Interdisciplinaria en Envejecimiento Saludable (PIEI-ES) de la Universidad de Talca, que se realizó en el campus Talca de la UTalca.
Los programas de salud deben estar enfocados en tratamiento multicomponente orientados principalmente en ejercicios físicos y nutrición, adaptados a las edades en las que se va a intervenir, comenta el doctor García García.
“A lo largo del ciclo vital se puede trabajar en prevenir la fragilidad y con ello disminuir los riesgos de la discapacidad en la tercera edad, la idea es alejarnos de ella y eso se logra tratando el sedentarismo y la obesidad. En la niñez y adolescencia hay que incentivar que se practiquen deportes, que en las escuelas se incrementen los tiempos dedicados a las actividades físicas y en las familias planificar momentos de interacción social y actividades deportivas. En la adultez es preferible un trabajo saludable que permita caminar más de cinco mil pasos diarios que aquellos donde no se tenga desplazamientos. Los músculos sufren cuando no hay movimientos por lapsos de tiempo largos y eso contribuye a que al llegar a la tercera edad sean personas más frágiles con tendencia a la discapacidad”, explicó.
Si bien el envejecimiento saludable está determinado en gran medida por los estilos de vida, estos se ven afectados por la posición socioeconómica. “Con nuestros estudios hemos podido determinar que más allá de la posición socioeconómica a lo largo de la vida, la de mayor peso en el envejecimiento saludable es la que se posee en la infancia que da las bases para el estilo de vida que se llevará en el futuro”, advirtió.
Las medidas legislativas de los Gobiernos serán fundamentales para promover el envejecimiento saludable. El geriatra asegura que aún no se ha tomado consciencia de la importancia que tiene tomar acciones hoy que promuevan la actividad física y la correcta nutrición y las consecuencias que esto traerá en 70 u 80 años. “Los políticos aún no se dan cuenta, no proyectan, los beneficios que tendrá establecer medidas que incentiven el deporte en la niñez y en la adultez legislar a nivel laboral en pro de la actividad física y las conductas saludables, pero sobre todo creando ciudades saludables con parques y lugares en contra del sedentarismo”.
“Estamos frente a una epidemia de discapacidad que necesitamos frenar. Con el aumento de la esperanza de vida también se incrementa la prevalencia de discapacidad, es necesario cambiar los programas de salud para enfocarlos en la prevención de la fragilidad, y con ello también estamos atacando directamente la discapacidad. No podemos esperar intervenir cuando la persona ya tenga 80 o 90 años” aseguró el doctor Francisco García García de la División de Medicina Geriátrica del Hospital Virgen del Valle de Toledo, España.
El también profesor español participó en la conferencia “Un camino para garantizar el sistema de bienestar con miras al envejecimiento saludable” organizado por el Centro de Investigación en Trombosis (CIT) del Programa de Investigación Interdisciplinaria en Envejecimiento Saludable (PIEI-ES) de la Universidad de Talca, que se realizó en el campus Talca de la UTalca.
Los programas de salud deben estar enfocados en tratamiento multicomponente orientados principalmente en ejercicios físicos y nutrición, adaptados a las edades en las que se va a intervenir, comenta el doctor García García.
“A lo largo del ciclo vital se puede trabajar en prevenir la fragilidad y con ello disminuir los riesgos de la discapacidad en la tercera edad, la idea es alejarnos de ella y eso se logra tratando el sedentarismo y la obesidad. En la niñez y adolescencia hay que incentivar que se practiquen deportes, que en las escuelas se incrementen los tiempos dedicados a las actividades físicas y en las familias planificar momentos de interacción social y actividades deportivas. En la adultez es preferible un trabajo saludable que permita caminar más de cinco mil pasos diarios que aquellos donde no se tenga desplazamientos. Los músculos sufren cuando no hay movimientos por lapsos de tiempo largos y eso contribuye a que al llegar a la tercera edad sean personas más frágiles con tendencia a la discapacidad”, explicó.
Si bien el envejecimiento saludable está determinado en gran medida por los estilos de vida, estos se ven afectados por la posición socioeconómica. “Con nuestros estudios hemos podido determinar que más allá de la posición socioeconómica a lo largo de la vida, la de mayor peso en el envejecimiento saludable es la que se posee en la infancia que da las bases para el estilo de vida que se llevará en el futuro”, advirtió.
Fragilidad: prevenible y tratable
“La fragilidad no llega de la noche a la mañana, está determinada por un ciclo de inactividad asociado al sedentarismo y la obesidad” explicó el médico e investigador español durante su exposición en la Universidad, destacando que se convierte en un factor de riesgo para la discapacidad asociada a problemas cognitivos, musculares, vasculares y óseos. “Nosotros en España también hemos estudiado y determinado que la fragilidad está asociada a mayor deterioro cognitivo y viceversa; esto acompañado de un tercer factor de enfermedades vasculares genera un escenario complejo en la tercera edad. Es por ello que hay que enfocarse en la fragilidad que es prevenible y tratable”.Las medidas legislativas de los Gobiernos serán fundamentales para promover el envejecimiento saludable. El geriatra asegura que aún no se ha tomado consciencia de la importancia que tiene tomar acciones hoy que promuevan la actividad física y la correcta nutrición y las consecuencias que esto traerá en 70 u 80 años. “Los políticos aún no se dan cuenta, no proyectan, los beneficios que tendrá establecer medidas que incentiven el deporte en la niñez y en la adultez legislar a nivel laboral en pro de la actividad física y las conductas saludables, pero sobre todo creando ciudades saludables con parques y lugares en contra del sedentarismo”.
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