Aumento de ventas y acceso a nuevos clientes, son algunos de los logros de Claudia Bórquez (27 años, casada, dos hijos), dueña de la Cafetería del Rey (Manuel Rodríguez 456, locales 6 y 7), como usuaria del Centro de Desarrollo de Negocios Linares, del Servicio de Cooperación Técnica, Sercotec. Además, ofrece servicio de entrega a domicilio y café para actividades de empresas.
El director del Centro Linares, Patricio Briones, señala que Claudia llegó casi en "bancarrota, luego de sufrir una estafa… quería obtener conocimientos que le permitieran administrar un negocio y con ello poder crecer de manera ordenada, aumentar sus ventas. Ha recibido de nosotros asesoría relacionada con planificación financiera, capacitación en factura electrónica, fan page, temas legales, etc.".
Briones agrega que esta pequeña empresaria "ha ido ganando confianza en que puede llegar mucho más alto de manera más ordenada". Tanto ha sido el éxito de Claudia, que su nueva meta es abrir "un restaurant orientado a la gastronomía internacional. Además –dice Briones- espera abrir una cadena de locales a nivel nacional".
El director del Centro Linares de Sercotec –operado por la Universidad Santo Tomás- destaca que Claudia "es una mujer muy trabajadora, siempre está buscando innovar en sus productos. Genera gran satisfacción ayudar a este tipo de personas, sobre todo porque son jóvenes y gente de bien, que a veces necesitan una mirada imparcial que les diga desde afuera si el negocio renta o no".
El director regional de Sercotec, Samuel Chambe, dice al respecto que "siempre la meta de este servicio ha sido apoyar a la pequeña empresa para que crezca y se consolide, apuntando al aumento de ventas y al empleo. Esto es justamente lo que hacen los Centros de Negocios, entregando capacitación y asesoría de calidad, gratuita, y también ponen en contacto a sus usuarios con su entorno, es decir, con la banca privada, otros beneficios estatales, proveedores, clientes, etc.".
Experiencia
Claudia estudió gastronomía, viajó a Brasil y Argentina donde trabajó en esa área. Sobre la estafa que sufrió en la capital, señala que debido a eso decidió junto a su marido vivir en Linares, para "evitar el estrés capitalino y olvidar esa triste experiencia. Salimos a buscar trabajo en la zona y cuando ya no teníamos casi recursos, lo poco que nos quedaba lo invertimos en preparar torta en vasos. Las vendimos en un 'santiamén'. Con la ganancia luego hicimos 20 y ya final vendíamos 60 tortas en vaso".
Sobre su nueva empresa, dice que busca "estabilidad económica y desarrollo profesional, capacidad de generar trabajo, con precios muy accesibles, considerando el nivel de ingresos per cápita de la zona, con productos novedosos (helado frito, comida thai, etc.) y una atención que permita que el público se sienta en casa".
¿Cómo supo del Centro de Desarrollo de Negocios? Dice que "casualmente nos encontramos con el Centro, entramos a consultar de qué se trataba y nos inscribimos… Hemos asistido a una serie de capacitaciones muy interesantes y a escuchar la consejería de nuestro asesor para tomar decisiones sobre la viabilidad de la empresa, entendiendo su estructura de costos y nivel de ventas necesario para mantenerlo. Es un servicio excelente que también –y creo que es lo más relevante- nos permitió presentarnos en programas de radio y tv, lo que ayudó a hacernos más conocidos en la ciudad".
